24.9.08

Espíritu científico


"Mide lo que se pueda medir, y lo que no se pueda medir, hazlo medible"
Galileo Galilei


Aquí comienza una nueva vida, una vida encaminada hacia aquello que queremos ser... Dejamos atrás la doxa, entramos en la episteme verdadera para alcanzar, como Platón diría, la sabiduría que nos liga al mundo ideal.

La salida parece simple observando desde las sombras, pero más bien es un ascenso escarpado hasta llegar a la meta: tener un nombre, y una función en el mundo... ¿para qué? buena pregunta.

Y sin metáforas: comienza la andadura universitaria, Ciencias Biológicas como antaño se denominaba, Licenciado en Biología actualmente. Sea o no una carrera con futuro es mi elección y no la cuestiono, pero sí es cierto que buscaba algo más "ambiental" sin entrar en las Ciencias Ambientales. Aún así queda mucho tiempo por delante y distintos senderos que se acercan bastante a mi objetivo.

El comienzo... trágico, catastrófico, horroroso... intento llevarlo de la mejor manera, pero no puedo consentir ser y vivir para tener un lugar en el mundo, no es lo que busco, y no renunciaré jamás a mi vida para conseguirlo.


Dejando todo esto a un lado, centrémonos ahora más que nunca, en desarrollar el espíritu científico.

6.9.08

El Palmeral: historia de la huerta


Un adiós fugaz para un paraje que pasó desapercibido a través de la historia de la huerta, durante tantos años el Palmeral de Santiago y Zaraiche ha estado ahí, no se sabe muy bien por qué y para qué pero formaba parte del espíritu de cualquier huertanico.

Ahora son ascuas, cenizas incapaces de contar su historia... la historia de cientos de palmeras que convivieron con nosotros hasta hoy.

Y es que de nuevo la huerta y sus rincones dan otra patada al recuerdo a los que tanto la admiramos... cada vez queda menos de ella, es evidente, pero poco o nada podemos hacer para evitarlo.



Sólo queda andarla, recorrerla y conocerla hasta que desaparezca, es algo que recomiendo a todo el mundo, ya que ayuda a descubrir infinidad de maravillas que la huerta posee y desconocemos aun viviendo en ella.

"La cerca se desmorona. Mellada, llena de agujeros, no sirve ya para impedir el paso de los asaltantes. Pueden fácilmente los intrusos llegar a robar las frutas y dejar señales visibles de su labor destructora. Ramas y arbustos que quedan tronchados a su paso. Crece, salvaje, la mala hierba, ahogando los rosales y las pequeñas plantas florales. Pena da ver el huerto, que ayer era todo hermosura. Los frutales, alineados y equidistantes, semejaban los números de un pequeño ejército verde, disciplinado y elegante.

El viejo labrador, que otros días cuidaba afanosamente el huerto, yace postrado. Algunas veces mira , por un pequeño ventano, los restos de su obra hortelana. La amargura asoma a su rostro, y por sus arrugas caen lentas algunas lágrimas. Parece que se contagia de la tristeza de este huerto abandonado, donde andaron sus más puros amores"

Un huerto abandonado
"Semblanzas"
José Martinez Parra
(~1980)

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