12.1.13

De exámenes

Estoy sentado en la mesa del profesor, en un aula de las que abren como sala de estudio en época de exámenes. Es una clase grande, calculo que hay unos 150 asientos aunque para estudiar es más cómodo dejar huecos vacíos entre uno y otro, tipo examen.

He llegado temprano temprano esta tarde, poco después de comer, cuando apenas había 2 o 3 personas en la clase. Ha pasado algo más de una hora y como a cuentagotas, han ido llegando estudiantes, de uno en uno, por parejas, en pequeños grupos... personas que al cruzar esa puerta entran a formar parte de la comunidad estudiantil de esta clase. Está el típico ruidoso, el del whatsapp, el que no para de mover la pierna y los que estudian sin levantar la cabeza ni un segundo. Cada uno tiene su lugar en este ecosistema artificial. No hay niveles tróficos, todos somos productores primarios. Productores de ciencia, conocimiento y algún que otro incompetente que terminará de presidente del gobierno.

En cada cabeza unos pensamientos, mil problemas y mil sueños por cumplir. Pero visto desde arriba parece como un hormiguero donde cada obrero hace su trabajo sin reparar en los demás. De fuera vienen los murmullos, comentarios y carcajadas de quien piensa que las paredes aíslan del exterior. Luego entrarán y se quejarán de los que están hablando tras la puerta.

En cada cuerpo, infinidad de sensaciones, sentimientos, deseos, procesos biológicos y secretos que nunca saldrán de ahí. Máquinas de vida imperfectas sentadas delicadamente en línea dando una imagen un tanto peculiar desde un punto de vista natural.

Esas miradas anónimas. Esos gestos. Me intriga lo que querrán decir, ¿en qué estarán pensando?

Cada persona una historia con millones de anécdotas que contar. Entre ellas, complejas interrelaciones de todo tipo. Y en todas y cada una: experiencias y recuerdos, felices y tristes. Arrepentimientos. Desamores. Complejos. Éxitos. Alegrías.

9.1.13

Ya vienen las orquídeas

Dentro de poco empezarán a florecer por nuestros montes estas pequeñas bellezas. Las orquídeas son una maravilla de la evolución, que adornan con sus curiosas formas los campos desde la más temprana primavera.

Ophrys tenthredinifera. El Valle 10/02/10
Estas pequeñas florecillas sobreviven al calor del verano gracias a los tubérculos que mantienen bajo tierra. Cuando llegan las primeras lluvias y el frío del otoño, brotan las hojas de la roseta basal que realizarán la fotosíntesis y acumularán nutrientes en el tubérculo para florecer en primavera. Las flores de las orquídeas son quizás de las más espectaculares que se pueden encontrar en la Naturaleza. Han logrado imitar a las hembras de algunos insectos (abejas, avispas, escarabajos...), para engañarlos y atraer a estos ingenuos bichillos que ponen todo su empeño en una "pseudocópula" en la que sólo sale ganando la orquídea. El insecto se lleva los granos de polen de la flor y poliniza a otra cuando vuelve a caer en la trampa.
Ophrys lutea. Riópar 13/04/09

Ophrys fusca. El Valle 10/02/10
Ophrys speculum. El Valle 24/03/10
Y no podía faltar el primo de Zumosol. En el mundo de las orquídeas ibéricas, se trata de la Orquídea gigante (Barlia robertiana). Puede llegar a medir hasta 80cm de altura, y aunque no lo aparente, esta orquídea crece en zonas soleadas, secas y cálidas.

Barlia robertiana. El Valle 20/03/10

Barlia robertiana. El Valle 20/03/10
Así que dentro de poco toca mirar al suelo cuando salgamos al campo. No hay que desaprovechar la oportunidad de admirar de cerca estas maravillas en miniatura.