28.10.10

Aprendiendo a equivocarme


Llevo 20 años aprendiendo a equivocarme. Y me quedan aún unos cuantos, o eso espero.

Porque en la vida no hacemos otra cosa que eso, equivocarnos. Tomamos decisiones todos los días y todos los días cometemos errores. Y sería un error fatal pensar que esto no es así, pues nunca sabremos si la otra decisión hubiera sido más acertada.

Yo, ahora, estoy orgulloso de equivocarme. Porque soy humano y en cada decisión estás expuesto al riesgo, al error. No decidir es aún peor, es no atreverse a vivir. Siempre nos queda la incertidumbre de lo que hubiera pasado... y nada nos quita lo que ya hemos vivido.

No me gustaría ser como un barco de papel navegando a la deriva por un pequeño riachuelo. Sin posibilidad de cambiar de rumbo, de elegir, de errar.

Me gusta equivocarme.