19.10.11

Un mar


Hoy no sé muy bien por dónde empezar. No tengo nada claro qué quiero decir, ni sé qué sentido tiene decirlo aquí. Lanzar palabras a ciegas a esta nube hastiada de información absurda.

Porque es muy complicado entender algunas cosas, saber por qué ocurren. Supongo que todo depende del momento en que naces, dónde naces, qué te rodea y lo que aprendes con el paso de los años. Pero ¿qué está bien y qué está mal? El que nace y crece rodeado de influencias -digamos- desaconsejables, ¿qué culpa tiene?

Se puede ser feliz con muy poco, y eso es digno de admirar. Saber sacar de todo lo que te rodea la mejor parte. Superar los problemas, las pérdidas que hay que sufrir por el camino. Es complicado y cada uno se adapta a lo que encuentra a su alrededor.

La vida es un mar de posibilidades. Un mar en el que, con suerte, naces cerca de la orilla de un continente enorme repleto de recursos y comodidades. O bien llegas a una isla en la que aunque puedes vivir y ser feliz, no puedes escapar. O bien navegas durante años buscando algo que ser, algo por lo que vivir. O naces en mitad del océano, sin posibilidades, y mueres ahogado.


9.6.11

Desde arriba

¿Y si pudieramos ver nuestra vida desde arriba? Sin tiempo, sin nada que te impida poder ver cómo ocurren las cosas. ¿Qué veríamos? Supongo que podríamos ver cómo cambia nuestra vida y la de los que nos rodean. Cómo con el paso del tiempo se va forjando cada personalidad, o incluso cómo cambian las personas sin darnos cuenta.

Y es que cuando te das cuenta de cómo cambiamos, todos, parece que se echa algo en falta.

Desde luego sería interesante tener esa perspectiva.

22.5.11

Revolución


¿No os parece que esta palabra tiene un significado sobrecogedor? A mí me fascina cómo se pueden congregar tantos sucesos, tantos sentimientos y tanta esperanza en unas pocas sílabas. Es alucinante.

Estos días, como todos sabréis, está ocurriendo algo nuevo en el mundo. La gente está saliendo a la calle por una causa justa. Piden un sistema del, por y para el Pueblo. No voy a entrar en manifiestos ni connotaciones políticas porque sinceramente, creo que es lo que menos importa. Sólo pensar que por una vez el pueblo está hablando, gritando lo que quiere. Haciendo saber a los de arriba que esto no funciona, que así no se hacen las cosas.

Yo, en mi caso, visito todas las tardes el campamento en la Glorieta de España de Murcia, y se me pone la piel de gallina cuando llego allí y me encuentro más de 1000 personas reunidas apoyando a la causa. Y no sólo eso, decenas o cientos de personas que están viviendo en la calle, como protesta.

Me fascina sobre todo la organización espontánea del campamento, la creación de comisiones y grupos de trabajo que se encargan del correcto funcionamiento, de que no falte comida, ni utensilios. De que no haya ruido por las noches. De que haya puntos disponibles de recogida selectiva de residuos. ¡Incluso hay ceniceros cada pocos metros para que no vayan las colillas al suelo! Alucinante.

Porque la gente está realmente concienciada de que hay que hacer las cosas bien para que se oiga la voz y no quede enturbiada por ningún tipo de altercado.

No es sólo cosa de jóvenes revolucionarios. Nos incumbe a todos. Es historia.

7.3.11

Ciego

Esta entrada va por aquellos y aquellas que, a merced de un amor, de un vicio o de una obsesión, quedan cegados por una luz que no va más allá de su propia realidad. Va por aquellos que saben lo que digo, por los que no lo saben y por los que algún día lo sabrán. Porque a veces cuesta entender que existe un mundo y una realidad distinta para cada uno.

Porque estando ciego es muy fácil tropezar y apoyar un pie en el lugar equivocado. Sin saberlo.

Por vosotros.

Por mí.

8.2.11

La célula perfecta

Ayer, en clase de fisiología vegetal con el profesor Manuel Acosta, surgió un tema que me llamó mucho la atención. ¿Cómo sería la célula perfecta?

Pues bien, tendríamos que remontarnos hace unos 2.000 millones de años (medio millón arriba, medio millón abajo), para entender de dónde provienen las primeras células eucariotas que forman todos los organismos pluricelulares. Una célula eucariota es, como su propio nombre indica eu- "bueno, verdadero", -karyon "núcleo"; una célula con núcleo verdadero, con su material genético delimitado por la doble membrana nuclear. El origen de estas células eucariotas ha sido uno de los grandes enigmas estudiados por científicos a lo largo de los años, y entre ellos destaca Margulis, que expuso su teoría de la endosimbiosis seriada. Esta teoría explica la aparición de las células eucariotas y sus posteriores "mejoras" a partir de una magnífica relación de simbiosis entre bacterias que llevó a una especie de fusión (por fagocitosis) entre ellas, dando lugar a una unidad más compleja.

Antes de la aparición de estas células complejas, la vida se limitaba a un revoltijo de bacterias de distintas formas y con distintas cualidades. Como primer paso, una bacteria anaerobia fijadora de azufre y que utilizaba el calor como fuente de energía, habría incorporado en su interior a una bacteria nadadora (una arquea), dando lugar a esa primera célula eucariota.

Ahora el material genético ya está organizado en su núcleo, pero la bacteria sigue siendo anaerobia, es decir, no podría vivir en presencia de oxígeno, un gas cada vez más abundante gracias al metabolismo de las bacterias fotosintéticas. Aquí viene el segundo paso, cuando la célula eucariota incorpora de nuevo en su interior una bacteria aerobia, capaz de fijar el oxígeno molecular del entorno y producir energía, ATP, a partir de otras moléculas. Esta endosimbiosis daría lugar a los orgánulos celulares que ahora conocemos como mitocondrias, encargadas de la respiración celular y la producción de energía. Aquí habrían aparecido las células de los animales actuales.

Por último, el tercer paso consistiría en la incorporación, por una célula eucariota aerobia, de una bacteria fotosintética, que le confiere la capacidad de captar la energía del sol y canalizarla para la síntesis de otros productos. Y este paso daría lugar a las células que hoy forman los organismos vegetales.

Bien, estudiemos las células vegetales. Son capaces de captar la energía y fijar moléculas inorgánicas como el dióxido de carbono, del cual utilizarán el átomo de carbono para dar distintos carbohidratos, base de los ciclos del metabolismo vegetal.
Si nos fijamos ahora en la composición de la atmósfera, veremos algo que no nos cuadra. La atmósfera está compuesta por un 0.085% de CO2, teniendo en cuenta incluso esto del calentamiento global... frente a un 78% de Nitrógeno. ¿Por qué no son capaces las células vegetales de captar este compuesto tan abundante?

Las células vegetales necesitan el nitrógeno para vivir, es uno de esos nutrientes esenciales, pero son incapaces de fijarlo por sí solas. Pero lo tienen. Obtienen el nitrógeno gracias a unas bacterias fijadoras de nitrógeno con las que establecen una relación de simbiosis. Estas bacterias se desarrollan en las raíces de casi todas las plantas, aportando nitrógeno a éstas a cambio de protección y nutrientes.



¿Cómo sería la célula perfecta? Sería la célula capaz de incluir en su interior una de estas bacterias fijadoras de nitrógeno, completando así las necesidades metabólicas de la célula. Sería el cuarto paso de la teoría endosimbiótica. El origen de la célula perfecta.

3.1.11

Genialidad

¡Joder! Pero si hace más de dos meses que no escribo nada por aquí... hay que ver cómo pasa el tiempo.

Pues bien, hoy quiero hablaros de la genialidad. Esa magnífica sensación que pone la guinda a cualquier momento, a cualquier relación o cualquier amistad. Yo creo que es esencial, es necesario sentir la genialidad en nuestras vidas. Hacer de los momentos más vulgares, los más especiales. Geniales.

¿Y qué es la genialidad? No se puede describir con palabras, pero estoy seguro de que todos los que leáis esto sabréis a qué me refiero. Unos más que otros pero lo sabréis.

Es esa chispa mágica.

Es esa tilde que siempre lleva la esdrújula.

Y si no está, falta algo...